Pareceume tan boa a descrición que Ryszard Kapuscinski esconde da alma humana nesta descrición do que é a Gran Muralla China, que non puiden ( nin quixen ) evitar traervos este fragmento para iniciar o novo curso. Lede porque non ten desperdicio. Pertence ó seu libro "VIAJES CON HERODOTO". Eu aínda non o acabei pero teño papeliños amarelos por todas partes porque hai cousas fantásticas, desas que ti queres dicir pero non sabes como e de golpe aí están expresadas dunha forma marabillosamente PREclara... Espero que vos guste porque haberá máis.
¡FELIZ INICIO DO CURSO!. Espero que con este fragmento reflexionedes un pouco e comencemos o curso derribando barreiras e tirando as murallas que nos pechan en nós mesmos e descubramos que os mundos son moitos e que cada un é único e que debemos coñecelos porque todos son espellos onde nos vemos reflexados, e que a través dos libros tamén podemos coñecernos un pouco mellor... ¡Tarefa non sempre fácil!
¡La Gran Muralla! Para verla, ¡la gente recorría medio planeta!. Al fin y al cabo, era una de las maravillas del mundo, una construcción única, casi mítica y, en cierto sentido, incomprensible. Pues los chinos la fueron construyendo, con interrupciones, a lo largo de dos mil años. Empezaron en una época en la que estaban vivos Buda y Herodoto, y todavía trabajaban en ella cuando en Europa ya creaban sus obras Leonardo da Vinci, Tiziano y J.S. Bach (...)
Pues la Gran Muralla- y es una muralla-gigante, una muralla-fortaleza que se alarga miles de kilómetros a través de cordilleras vacías y deshabitadas, una muralla-objeto de orgullo y, como he mencionado, una de las maravillas del mundo- al mismo tiempo es la prueba de la debilidad y aberración humans, de un enorme error cometido por la historia, que condenó a la gente de esta parte del planeta a la incapacidad para entenderse, para convocar una reunión en torno a una mesa donde, todos juntos, se planteraran cómo emplear con provecho el ingenio y las energías acumuladas de las personas.
Tal cosa resulta una quirmera, pues la primera reacción ante cualquier amago de problema era otra bien distinta: levantar una muralla. Encerrarse, separarse. Pues todo lo que llegaba del exterior, desde allí, no podía ser otra coasa que un peligro, el anuncio de una desgracia, un augurio del mal, vaya, la mismísima encarnación del mal.
Pero la muralla no sirve sólo para defenderse. Al tiempo que protege de la amenaza que acecha desde el exterior permite controlar lo que sucede en el interior. Al fin y al cabo, en una muralla hay aberturas, puertas y verjas. O sea, al vigilar estos lugares controlamos quién entra y quién sale, hacemos preguntas, comprobamos la validez de los salvoconductos, apuntamos nombres y apellidos, escrutamos los rostros, lo grabamos todo en la memoria. Así que la muralla es a la vez escudo y trampa, mampara y jaula. Su peor característica es que engendra en mucha gente la actitud de defensor de la muralla, (...). Por añadidura ni siquiera hace falta que ese defensor esté físicamente presente junto a la muralla, puede permanecer bien lejos de ella, pero basta que lleve dentro su imagen y obedezca las reglas que su lógica impone.
1 comentario:
Dende Fene os nosos parabéns por este magnífico blog que tanto fai para derrubar barreiras.
Bo comezo de curso!!
Unha aperta.
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