10/10/08

La Biblioteca de Alejandría


Durante seiscientos años a partir de 300 a. C. en Alejandría floreció un modo de vida que todavía hoy admiramos. Su población tenía una maravillosa diversidad: soldados macedonios y más tarde romanos, sacerdotes egipcios, aristócratas griegos, marineros fenicios, mercaderes judíos, visitantes de la India y de África subsahariana; todos ellos vivían juntos en armonía y respeto mutuo durante la mayor parte del período que marca la grandeza de Alejandría. La ciudad fue fundada por Alejandro y construida por su antigua guardia personal. Alejandro estimuló el respeto por las demás culturas y una búsqueda sin prejuicios del conocimiento. Respetaba los dioses de las otras naciones. Su ciudad estaba construida a una escala suntuosa, porque tenía que ser el centro mundial del comercio, de la cultura y del saber. Así, en ella estaba el enorme faro, una de las siete maravillas del mundo antiguo situado en la isla de Faros.
Pero la mayor maravilla de Alejandría era su biblioteca y su correspondiente Museo (en sentido literal, una institución dedicada a las especialidades de las Nueve Musas, las diosas de las artes y de las ciencias). Este lugar fue en su época el cerebro y la gloria de la mayor ciudad del planeta, el primer auténtico instituto de investigación en la historia del mundo. Había en la Biblioteca una comunidad de eruditos que estudiaban la física, la literatura, la medicina, la astronomía, la geografía, la filosofía, las matemáticas, la biología y la ingeniería. La Biblioteca de Alejandría es el lugar donde los hombres reunieron por primera vez de modo sistemático el conocimiento del mundo. Fue construida y sostenida por la dinastía de los Tolomeos, -fundada por uno de los capitanes de Alejandro: Tolomeo Lagos, por lo que también se les llama Lágidas- los reyes griegos que heredaron la porción egipcia del imperio de Alejandro Magno. Desde la época de su creación en el siglo III a. de C. hasta su destrucción siete siglos más tarde, fue el cerebro y el corazón del mundo antiguo



1 comentario:

Oki dijo...

Parece que era a biblioteca para coñecer todo, adicada a todo, nunha cidade que respectaba todo. ¡Iso si que era unha auténtica marabilla do mundo!