Se ha comentado más de una vez que no hay mejor manual de historia para comprender la Guerra Civil entre los rusos blancos, restos del imperio zarista que soñaban con una restauración del trono, y el Ejercito Rojo que comandaba León Trotski, que este libro. Mijaíl Shólojov fue miembro importante del Partido Comunista. No obstante, el relato del premio Nobel no presenta un fuerte sesgo, sino más bien una crudeza extrema en sus descripciones de los combates y de las relaciones entre los personajes del libro. O de los libros, ya que fue publicado originalmente en cuatro tomos a lo largo de doce años. La versión que tenemos en nuestra biblioteca es en dos tomos y ocupa unas 1600 páginas. El Don apacible no es solamente un gigantesco mural descriptivo de los acontecimientos que sacudieron la estepa rusa entre los años catorce y veinte del siglo pasado, sino también una estudiada combinación de elementos formales y estéticos, que, en conjunto, componen una auténtica epopeya del héroe moderno, agitado por las dudas y las pasiones. Epopeya y alegato contra el absurdo de la guerra. Es también la exaltación de un topos muy concreto: las tierras del Don, el río convertido en impasible testigo de las leves vidas de los hombres que da cohesión a la obra. En más de una ocasión ha sido comparada con Guerra y Paz. La universalidad de la obra no viene dada, desde luego, por el marco de la acción: es el espíritu de rebeldía y el intento de dar sentido a las acciones humanas lo que otorga al protagonista -Grígori Mélejov- un puesto junto a Alonso Quijano en el Panteón literario. Del espíritu de Grígori muy bien podrían haber nacido estas palabras: "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida".
26/4/13
24/4/13
José Manuel Caballero Bonald
"Si es cierto, como opinaba Aristóteles, que la historia cuenta lo que sucedió y la poesía lo que debía suceder, habrá que aceptar que la poesía puede efectivamente corregir las erratas de la historia y que esa credulidad nos inmuniza contra la decepción", ha señalado el Premio Cervantes 2012. Tiene 86 años. Es poeta en la era de la informática, cita a Aristóteles en la aldea en la que internet ha convertido al mundo.
La biografía literaria del escritor depende tanto de los libros que ha escrito como de los que ha leído, según indica: "Todos ellos constituyen como una especie de espejo múltiple donde me veo frecuentemente reflejado, y en todos ellos se alojan no pocos de mis descubrimientos de la vida precisamente porque también en esos libros descubrí otras vidas, experimenté la sensación de que algo había allí que me ofrecía la posibilidad de compartir un mundo ignorado y excitante". Sus palabras restituyen las bibliotecas al podium del honor. También las modestas bibliotecas de escuela en las que trabajamos.
Hayao Miyazaki
Hayao Miyazaki é o autor de El viaje de Chihiro e un dos grandes directores que ten dado ao mundo o cine xaponés, un creador á altura doutros ilustres realizadores daquel país como Akira Kurosawa, Yasujiro Ozu ou, máis recentemente, Hirokazu Kore-eda. A diferenza é que, mentres eles tres elaboran as súas historias con personaxes de carne e oso, Miyazaki debúxaos y anímaos; dálles color y envólveos nun mundo cheo de alegorías e fantasía. Froito da súa desbordante imaxinación naceu El viaje de Chihiro, que conseguiu o Oso de Oro no Festival de Cine de Berlín do 2002 e o Óscar á mellor película de animación un ano despois. Unha obra mestra no só do anime, senón do sétimo arte en xeral.Con solo 22 años, en 1963 empezou a traballar en Toei Animation, naquela época o estudio más importante da animación xaponesa, o anime. Alí fixo de animador, guionista, realizador e produtor. Pero aspiraba a outro cine: a historias máis persoais e sutís que foran capaces de divertir tanto a pais como a fillos. En 1985 fundou, xunto ao seu amigo Isao Takahata, os estudios Ghibli. Durante todo este tempo, Miyazaki mantivo nas súas longametraxes o estilo visual que asimilou na factoría Toei, do que naceron series tan coñecidas coma Heidi e Marco, pero foi innovando sempre no apartado narrativo. As súas películas falan de pacifismo e ecoloxía, teñen lirismo e encanto, están inundadas dun intenso color y case sempre están protagonizadas por nenos e nenas.Fronte ao uso de técnicas dixitais que agora empregan case todos os estudios de animación do mundo, Ghibli segue a traballar de xeito tradicional, debuxando sobre o papel a maior parte das películas, un sistema laborioso e moi caro que permite alumar verdadeiras obras de arte.
18/4/13
Vittorio Giardino

11/4/13
Lembrando a Constantino Cavafis

Suscribirse a:
Entradas (Atom)